
Siempre hemos sabido que el corazón tiene razones que la mente no puede entender, sin embargo, esto tampoco significa que no podamos experimentar el lenguaje del corazón interpretando correctamente sus mensajes. No es algo fuera de nosotros, por tanto, debe haber una manera de llegar a él e integrar sus designios en nuestra mente para que sirvan de guía en nuestros pensamientos y decisiones. Las patologías que tiene que ver con el corazón siempre están relacionadas con personas que han «endurecido» su corazón, que de alguna manera, se han dejado de amar a sí mismos y que usan al corazón en lugar de escucharlo. Cuando se dice que «ha sufrido un ataque al corazón», el mero lenguaje de esta expresión crea un mensaje erróneo para la biología porque, en realidad el corazón no nos ataca. Son las interpretaciones que hacemos del mundo exterior lo que nos aleja de nuestra verdadera esencia, de nuestro hogar, de nuestro verdadero territorio. Por eso en BioNeuroEmoción, el corazón representa el territorio y los distintos síntomas especifican qué tipo de conflicto tenemos con el territorio.
El corazón es el órgano principal del aparato circulatorio en todos los animales que poseen un sistema circulatorio. En el ser humano es un músculo hueco y piramidal situado en la cavidad torácica. Funciona como una bomba aspirante e impelente, impulsando la sangre a todo el cuerpo. Está regido por el mesodermo nuevo del cerebro, que son conflictos de desvalorización y movimiento, aunque en este artículo también hay conflictos del mesodermo antiguo en referente a la protección. La sangre, simbólicamente es la familia, el linaje. Por tanto, el corazón representa el sostén del clan. Es el punto de partida. En ocasiones, tiene que ver con el lecho dado que este es el centro neurálgico de una familia (territorio sexual).
Se compone de dos aurículas (cavidades superiores) y dos ventrículos (cavidades inferiores). Las aurículas recogen la sangre del organismo a través de las venas (femenino), mientras que los ventrículos (masculino) envían la sangre proveniente de las aurículas. Cada latido del corazón incluye la sístole y la diástele conocido como ciclo cardíaco. Vamos a ver algunas patologías del corazón desde el prisma de la BioNeuroEmoción:
Hipertensión arterial.- En masculino (hipertensión arterial central) se asocia a»aumentar la presión para expulsar a alguien de mi corazón, de mi casa, de mi territorio» o «querer expulsar a un miembro de mi familia fuera del clan». En femenino (hipertensión arterial periférica) se relaciona con «debo aumentar la tensión para restringir el acceso o la salida para evitar que alguien se aleje demasiado» o «no querer que entre a formar parte del clan». Conflicto de hacinamiento, desvalorización con el clan, falta de reconocimiento, resistencia, ser siempre el primero, amargura interior, tensión en el clan, equilibrio entre padre y madre,…
Hipotensión arterial.- Es el mismo conflicto que con la hipertensión pero vivido en la polaridad opuesta: Pérdida de territorio vivida con impotencia y renunciamiento.
Arritmia cardíaca.- Los conflictos de arritmia conciernen a la relación porque afectan a la conducción eléctrica y se vinculan con un trastorno de ritmo o de tiempo, falta de ritmo por falta de referente (padre). «Los ritmos del corazón (casa, vida) son alterados» o «algo importante en mi vida invade mi casa, mi territorio íntimo o escapa de él».
Valvulopatías cardíacas (soplos).- Se producen por estenosis o insuficiencia. Estenosis cuando la válvula no se abre completamente e insuficiencia cuando la válvula no se cierra por completo. Ambas valvulopatías incrementan la cantidad de trabajo del corazón. Las válvulas representan las puertas del hogar. Los conflictos estarán relacionados con «querer que alguien vuelva a casa y dejar la puerta abierta», «no querer que alguien vuelva», etc… Dependiendo de si es la válvula mitral o la tricúspide, las auriculoventriculares o válvulas semilunares, veremos la noción específica. Recordemos que las aurículas son femeninas y los ventrículos masculinos. Así sabremos si la persona que se espera es un hombre o mujer.
Adiposis cardíaca.- Es la acumulación de tejido adiposo (grasa) sobre la superficie externa del corazón. El sentido biológico es proteger y aislar la casa. Conflicto de desprotección en mi casa.
Angina de pecho.- La angina de pecho forma parte de lo que el Dr. Hamer llamó constelaciones esquizofrénicas. Dos masas conflictivas en el cerebro, una en cada hemisferio relacionadas con el mismo conflicto. En este caso son conflictos de pérdida de territorio vivido en femenino. La angina de pecho es ocasionada por un aporte insufuciente de sangre (oxígeno) a las células del músculo del corazón. «Si perdemos la casa no hace falta llevar tanto aporte de oxígeno». En masculino sería un infarto.
Infarto de miocardio.- Conflictos de pérdida de territorio vivido en masculino. En el hombre el territorio puede ser un campo de acción, un trabajo, una mujer, o la lucha simbólica por mantener un puesto de trabajo percibido como una amenaza.
Pericarditis.- Hay una inflamación del pericardio y el corazón no puede expandirse, hay una fatiga y dificultad de respiración. También, cuando siento atacado mi corazón, puede haber un derrame pericárdico que hace un taponamiento, o un mesotelioma del pericardio. Recordemos que el corazón es sinónimo de casa. «Tengo que proteger mi/su corazón».
Miocarditis.- Es la inflamación del miocardio. Conflictos de peligro en el territorio vivido con rabia y desvalorización. «No poder proteger el territorio».
En resumen, todas las dolencias del corazón están relacionadas con el territorio. En el aspecto biológico, el territorio es casa, trabajo, hogar, etc… pero si le damos una noción mas espiritual, por así decirlo, se trata del territorio dentro de nosotros mismos. Esta cuestión es más profunda y tiene que ver con amarse a uno mismo y estar en casa, tener referentes de paz y ecuanimidad, sentirnos en el hogar de la madre Gaia, estar cerca de uno mismo,… Todo lo que busquemos fuera lo encontraremos mejor y más abundante dentro de nosotros. A veces resolver los conflictos del corazón requiere tiempo, pero la clave es tener claro que el objetivo es el amor propio, el saber perdonarse y ser capaz de vivir en el verdadero hogar de la vida. Sentirse protegido por las estrellas y los mares, y no dudar nunca que nada es externo a nosotros, por tanto, eso que veo fuera no puede ser el proveedor de ningún peligro. Hay que aceptarse tal y como somos, pues este es el mejor mensaje que puede recibir el corazón de nosotros.